domingo, 31 de julio de 2011

La Capilla del Carmen y su veleta

Capilla del Carmen

La Capilla del Carmen del Puente de Triana es por todos conocida. Esta capilla fue construida entre los años 1926 y 1928 por Aníbal González para ostentar en su interior un cuadro de la Virgen del Carmen fechado aproximadamente en el siglo XVIII.

En tiempos del Puente de Barcas, parece ser que ya existía en su cabecera un retablo dedicado a la Virgen y al que debió pertenecer el lienzo que ha llegado hasta nuestros días. En el año 1843 y bajo el reinado de Isabel II, se inician las obras para la construcción del nuevo y actual puente, por lo que el retablo es trasladado durante el tiempo que duran las obras, hasta la capilla de los Humeros. 

 Plaza del Altozano

Una vez concluidas en el año 1852, vuelve el cuadro nuevamente a ser colocado en el Altozano, en la llamada Torre del Reloj, donde permanecería, en la capilla anexa a la torre, hasta el año 1918 en que fue demolida para llevar a cabo el ensanche de la rampa que daba acceso al puente, para que pudiesen pasar los tranvías. Por este motivo, el cuadro es trasladado hasta la Parroquia de Santa Ana.

 Plaza del Altozano

No estaban los trianeros de aquel tiempo muy contentos con el traslado del cuadro a Santa Ana, ya que ante el lienzo acostumbraban a presignarse a la salida y entrada de Triana, tal como aún se sigue haciedo hoy en día. Es por ello que ante la presión del vecindario, se acuerda construir una nueva capilla a la entrada del puente de Triana, recibiendo el alcalde el nuevo proyecto de manos de su autor, Aníbal González, a finales de 1924.

Las obras para la construcción de la nueva capilla se alargaron durante cuatro años, siendo concluidas y bendecida a finales del mes de julio de 1928, llevándose a cabo el traslado del cuadro desde Santa Ana hasta su nueva y definitiva (hasta el dia de hoy) ubicación. 

Por tanto, nada queda de aquella antigua Capilla del Carmen que se situaba en la cabecera del Puente de Triana, excepto el cuadro, ¿o sí...?

En tiempos del Conde de Casa Galindo, había en Triana un popular sereno conocido como El Marchena, por ser uriundo de esa localidad. Cada noche ejercía su oficio, ataviado como era costumbre, de un chuzo y un farol, además del manojo de llaves.

Chuzo

 Serenos con el Chuzo

Una madrugada, se había escapado un toro de un rebaño que se dirigía a Sevilla y el sereno, en cumplimiento de su deber, se encargó de avisar del peligro existente a los transeúntes, con tan mala fortuna que recibió una embestida del animal. Al contar lo sucedido en la enfermería, Marchena aseguraba que pudo ver los palos de los barcos desde lo alto de los tejados. A partir de entonces, se le apodó como "El Veleta" y para honrar tal acontecimiento, se encargó a la Fundición Portilla White que realizara una veleta en hierro forjado con la silueta del sereno, con su chuzo y su farol. Esta veleta fue colcada en la torre de la antigua Capilla del Carmen como recuerdo del popular sereno Marchena.

Tras su derribo y por iniciativa del periodista López San Miguel, se recuperó la original veleta y se colocó en la nueva capilla construida por Aníbal González. Años más tarde y sin tener datos de cómo ocurrió, la figura del Veleta desapareció de lo más alto de la torre de la Capilla del Carmen.


La actual veleta que corona la torre, fue diseñada por Antonio Garduño Navas a principios de la década de los 80 del pasado siglo a iniciativa del trianero Ángel Bonilla Gálvez. Representa, como la original, la silueta del sereno Marchena ("El Veleta"), ataviado con su chuzo y su farol.